Ahora
no, pero en el colegio las chicas me bajaban la cremallera y me
cogían los genitales sin prejuicios o pudor, hasta que acababa el recreo y empezaba otra vez la clase. Entonces yo cruzaba las piernas y
miraba al profesor con desprecio. Me quedaba pensando en frutas
envenenadas y en las canciones tristes de Nick Drake. Fue cuando
hablábamos de Cheever y del esplendor de las drogas.
Los filósofos durmientes.
domingo, 15 de mayo de 2016
martes, 22 de septiembre de 2015
Sack
Era un mago, se sacaba una
conversación de un mondadientes. Oh! Sack cómo lo haces hijo de
perra. Tienes que fijarte
en el aspecto, a esta tía le huele la caperuza a hierba del congo,
¿de
qué le voy a hablar? Naturalmente
de cuelgues, de disconformidad, y ya cuándo este rodeada, al saco, y
a amontonar toda su carne en mi cama, me dijo Sack y al poco
desapareció del Bar Cindy, con su mujercita, su lima había barrido
con todos los barrotes de Marru o Amalú, cómo se llame. Me fui a
una esquina a resolver mis asuntos inmanentes. Daba la impresión que
en el Cyndi, todos orinaban en los rincones. Siempre
que habrías la taza del water, te encontrabas un panal de moscas, a
Sack y a mí nos importaba bien poco, cagábamos en un cuartucho
calustrofóbico con el berrido de cientos de moscas. Sack siempre me
decía te vas a volver idiota de tanto pensar en la identidad y en el
yo. Se necesita publicidad nada más, alguien que corra la voz unas
cuántas calles, sí, la vida del hombre, leyendas de buzón, en
cuántos chismes se habrán revolcado los mitos para forjarse: ese es
Sack, que debe estar ingiriendo toda la saliva de su nueva niña
ahora, y yo aquí en el Cindy, viendo como arden los huevos fritos en
la plancha. Me fui a una
esquina a resolver mis asuntos inmanentes digamos.
Entonces si un tío esta
drogado, le hablo de drogas y congeniamos, y si un escote rebalsa, Ah,!no!Ahí aparece el yo y la caga toda. Ante
un escote que se rebalsa lo primero que se
hace es saludarlo, preguntarles de dónde vienen, entonces ir al baño
lanzar una moneda, y que
aparezcan totalmente servidos como cuando
se abre el capó de
un coche. Como todo buen
escote, siempre es un condicionante, y a
eso se añade las facturas
y la gasolina, sinceramente!!!
Esto es lo que Sack llama la
identidad invasiva, que tiene como condicionante piscológico, verte
canibalizado
por la
sociedad. Por lo tanto
deduzco que es puro
buzoneo y chisme en el fondo. Y entonces no sé, en el Cindy habría
falta… Haría falta…
miércoles, 16 de septiembre de 2015
Dos tipos de soledad
Vienen y se sientan sin
presentarse, y te arrojan su vida como una bolsa de basura. Hey
perdone tengo un nombre, mi nombre doméstico y mis apellidos
políticos, así se empieza chaval. Pero te miran a la cara y te
dicen:
-- Te pasa algo, estás realmente bien. Te pasa algo tío.
-- Te pasa algo, estás realmente bien. Te pasa algo tío.
– Sí, bueno… La próstata se
me esta cayendo a pedazos.
– Pero estas bien, no. Tío.
Bien, no?
– Hey, hey, no me pongas palabras
en la boca.
El ritual es más o menos ese, y
comienza el empacho de una conversación nostálgica. Sí, el
recuerdo es una forma de suicidio. Y dices, Eh viejo, eh viejo, para,
todo eso de la identidad es una trampa.
– Has visto ese culo tío.
A eso no le hago ascos. Un culo
da para cuarenta folios de conversación. Un buen culo trae porvenir
y esperanza.
Estamos en la terraza de un bar
sombrío. Viernes, a quién se le iba ocurrir, un día como hoy: se
encuentran dos tarados.
Nos referimos el uno al otro, de
Tío, Viejo, Torongo. Etc. Ninguno se atreve a preguntar el nombre
del otro.
María se ha largado con el
larguirucho dominicano, debería desahogarme y tirarle toda la bolsa
de basura.
– Mi Novia se ha largado con el
larguirucho Dominicano.
– Tío, tío, no me cuentes tu
vida…
– Es verdad viejo! Dices
verdades como un puño, yo invito
una ronda. Un par de cervezas a
mi cuenta toro!
(minutos después con las
cervezas)
–-Sabes que Tío, hay todo una
enseñanza para no enamorarse.
– Anda, anda, como es eso?
– Es como un profiláctico
espiritual.
–Pero cómo…
–Tendrías que leer a mi poeta
maldito.
Así un púber prácticamente de
veinte años, empieza a jugar como un gatito conmigo. Empieza a fumar
su yerba y yo a emborracharme y ya no tenemos palabras sino un
tambor. Desdichado el que se vaya primero y le echo cuentas, y seré
yo sin duda. Le digo:
– Eh tío, dónde esta tu
maldito tazón de cereales para derramar mi orina sagrada.
– Tío, Torongo, cómo coño te
llames, ve e infecta ese pútrido bar con tu olor a orina.
(después de 20 minutos en el baño,
se ha roto la cremallera)
– No es tu noche viejo.
– A quién le importa. Hay un tren y me está
esperando enano.
– Te refieres al tren, O sea
al tren…
– Sí.
– Esos se van cuando estas
muerto.
Parece sabio el desconocido, a lo
mejor también sabe lo que es llorar por perder un calcetín, voy y
le pregunto.
– A qué te dedicas, tú que
sabes tanto de trenes…
– Nada de identidad loco, me ha
gustado esa frase.
Resbalo y caigo de la silla, se
caen todas las monedas al suelo.
– Coño hay doscientas euros en
monedas.
– Y de cincuenta céntimos
cabrón, para que lo escribas en tu cuadernito de los recuerdos.
Me ayuda a recoger todas las
monedas.
– Mira niño, sólo necesitas
ser dueño de un ego que te haga eyacular. Los últimos tramos son
puro trámite.
– Te acompañaré a casa.
–- Qué dices!!
– Apenas te sostienes chiflado.
– Te han educado entre
señoritas.
Son treinta minutos de trayecto.
El niño tiene la constitución de un roble, casi siento que estoy
volando. Trato de prestarle atención pero todo el alcohol que he
bebido, me está violando el cerebro, como diría Michaux.
– Sabes lo que es un buen culo,
chino?
– Puedes hablar, eso es bueno.
– Puedo pero desafino, ahí al
fondo del todo, en esas luces. Las ves.
– Pero si no puedes andar.
– No, no, es para ti. Yo beberé
una copa.
– Pretendes que pague con las
mil moneditas…
– Estoy sin tarjeta.
Diez minutos después estoy en la
Wiskería bebiendo café y escuchando a Rocío Durcal, he pagado yo
una a una con todas las moneditas… Para que el berraco se divierta a
gusto. Mientras tanto pienso, que debí decirle: mira chico hay dos
tipos de soledad, la que no tiene mundo, y la que lucha por él.
lunes, 14 de septiembre de 2015
POEMAS
*****
He
enterrado una vara en mi arroyo
Y
los pájaros volaron tan cerca fulgiendo
Y
he visto el umbral que restituye nuestras siluetas
Y
he esperado al pie de la noche
He
dejado lazos azules al borde del arroyo
Y
he besado el arroyo besando su gran virtud
Tendré
una navaja para codiciar tu virtud
Y
correr en el cieno destellante
Arrojo
arena al aire de la dicha
De
desconcertada dicha
He
sentido a los pájaros tan próximos
He
reparado en ásperos murmullos
Los
congregados pétalos en las sábanas
La
tristeza esculpiendo el semen
Se
cernieron las aberturas en los lapices
Clavé
el hierro en el arroyo
El
corazón enviste desnudo
En
papeles ardiendo con lumbres azules
Codiciamos
ésta lluvia
En
el cieno envolvente donde las mujeres se orillan aladas
Y
enterramos el filo de cristales
Esquirlas
de papel
Centurias
de corazones
Muertas
hoy...
......
Te aliviaba envejecer sedarte en parques incendiados por sueños
con
tu debilidad frenética y la oscuridad en tus dedos de tanto pensar
y
los sentimientos fúnebres dedicados a su ausencia
piensa
en la nieve de Pasternack y la voz de Billie Holiday que ocurre
pueden
incendiar un papel y alcanzar a las aves
....
POETAS
Si
cubrimos con mi abrigo la cerilla
encenderemos
los cigarros
sólo
ruegas para fumar
y
para gastar tus codos en una barra solitaria
en
un gran cementerio
¿y
hoy día quién cocinó
tus
restos de comida incendiarios?
otra
vez vienes sin nada
con
todo el tiempo para adorar a la basura
vienes
aquí mismo
por
pan y cerveza a quemarte en la misma farola
todos
los días le dedicamos al vacío sumisos ojos
y
el éxtasis de nuestros silencios
y
entonces caminas aquí con insomnios de búhos
que
después de tanta letra la lengua dejé de pudrirse
y
bebamos algo en esos bares puercos
a
cuenta de qué viene ahora que me mires como un saco de años
con
los dientes percudidos de vino
y
silbes como el afilador de cuchillos
no
sé dónde andamos esta noche
no
lo sé...
un
poco de luz
los
gorriones tragando en las terrazas
y
un par de canciones
Cerveza
que violas nuestra mente
en
los bares hay chicos que sollozan
es
tiempo de arriesgarlo todo
*****
Zócalos
donde los gatos parecían estelas en la gran ciudad. Y escuchad si un
puerco está borracho es porque en estas calles alguien pelea
****
REENCUENTRO
En
mi oscura cama capaz de cegarte
Te
dije Dios bendiga tu corazón desgraciado
Los
ciempiés comieron de las latas de atún en la tarde
Anidaron
en las latas de atún
En
el pic nic con gritos de niños
Y
bolsas de plástico tan absorbentes
Y
un perdido amor
Te
dije “deja que sea del todo gris
Que
acabe como empezó”
Por
todo lo que encontré a tu lado
Al
borde de los ríos
Tu
afecto majestuoso que en la misma noche
Llamé
amor pero también locura
Dije
tan fuerte locura
Que
los niños se apartaron
Las
mismas manos agrietadas
Con
los intrusos sueños
No
he podido resistir el gemido de los guijarros
En
el río
El
beso de las drogas como las Hadas
Tu
mente se ensuciará en el punto exacto de los obituarios
Infestada
por moscas
Y
por una soledad delirante
Con
el obsceno resplandor de tus labios
y
de tus pómulos
Adivinanzas
en las manos en los nudillos en la aspereza de la piel
El
cero sórdido de los dos como una mancha en ese cielo
Azul
El
picnic de los desfallecientes
Mira
el rubor de las rosas hunde los brazos en las hojas muertas
No
dudes nunca de las hojas muertas
La
silueta de la mente en los árboles
abolidas
como nosotros
El
pic nic del amor contenido desgarrándose
Laura
dijo que si te tocas los tobillos
Los
perros retrocederán
Nuestro frontal desgarramiento
Nieve
en ésta cama
Y
en las costumbres de nosotros
Has
venido acá y eres tú
No
los ermitaños
O
el buen ladrón que me despojará de la noche
Y
de la última luz
De
la luz demencial de la cama
De
las líneas de las manos agrietadas
Sin
un posible porvenir
Abrazas
mi cuerpo y es la ausencia
La
que abrazas
*********
LLAMO
DE DESVIAMIENTOS DORADOS
Aquí
apenas bebo el agua rural
Ato
mis zapatos y acaba el arrepentimiento
Te
llamo a ti niña para decirte
Tengo
papel higiénico colillas y algunos astros en los ojos
Las
paredes bendicen flores
Y
tú número de teléfono que no debo tocar
Sí
dulce niña he vuelto
Y
ahora prefiero los guijarros a las esferas
La
orilla de las ventanas
El
quemado ardor de la memoria
Sólo
eso sólo eso
Te
llamo a ti crucial como un pedazo de pan
A
tu ruego que no es tampoco de los colores
He
vuelto como un pez que se orilla en el fuego
A
ti
*******
Las
cuarentonas ofrecen sus tardíos pezones
Se
arañan los genitales irritados en los lavabos
Mientras
que en la barra del bar
Los
chicos jóvenes han volcado otra vez las copas
Borrachos
cantando canciones pop de los ochenta
No
son acróbatas tampoco tienen esperanza
Leen
mucho en busca de afecto
Leen
libros furiosos a los que se entregan
Y
luego piden prestado para comer
Y
fuman con desesperación de restos de colillas
Las
cuarentonas no los rechazan les brindan hospitalidad
Les
compran calzoncillos que dejan en el buzón de correos
En
sobres de cartas con algunas monedas para cigarros
Y
unas notitas con breves frases sentimentales
Y
la nueva hora para la cita en la esquina más ruin
Les
desean de todo corazón no olvidarse de pedir ayuda
Y
dejan un rastro de ballet o de boleros viejos en los jardines
Y
los jóvenes ven las notitas y besan el reverso de cada moneda
Y
empuñan los calzoncillos como un cetro y bendicen su suerte
Y
beben hasta la inmundicia en los bares más sórdidos
Y
las cuarentonas los desean así con sus esquizofrenias aladas
Y
sus desarreglos celestes ingiriendo el licor sin desfallecer
Como
aves rapaces o estrellas que campean en la noche en secretos vuelos y
Vuelven
juntos a casa dando tumbos
Y
se acuestan en una cama estrecha
Y
fuman de un único cigarro en
ruinas
Sueñan
con elefantes
Los
elefantes pueden reconocer la muerte de uno de los suyos
A
miles de kilómetros sólo por el aire...
Duermen
hasta muy tarde y se besan hasta sangrar
*****
Así
todos te estrechan
como
arañas trepando a sus tejidos
hermosos
con desordenes mentales
morir
por tus dientes concretos
te
toman como el barro cocido por el sol
en
el cause de tu orina
sin
porvenir y pasado
****
Te he seguido hasta el rincón donde los ebrios y los santos sin sangre en sus túnicas consiguen desvestir sus hermosos tobillos y caminan extraviados en la arena negra.
****
Niños llorando con aullidos
Como cadáveres
En la abismal simetría de la lluvia
El ojo harto de cavar de ser rociado con orina
Vivimos en los tejidos en aldeas fuertes
Tu rodilla rota cobra el aspecto de los ríos
Cruzamos el pueblo
Habito esta zozobra distingo las flores
Tus sonrisas coordinadas
La ley de acompañarte
He dicho codiciar tu infortunio
Y los pájaros vienen a sosegar mi codicia
Tu velo azul en la voz
Un grumo de barro en los charcos real e inconsolable
Estallidos de luz y un parque extenso si lo deseas es infinito
Tus pulseras se volcaran en la tierra
No dejarás hablar a nadie
Veo el orden de la gramática en tu vos
De la gramática de los árboles
De las montañas que ceden a este ciclo
Caer y descansar
Aguardar los cantaros con agua
*****
LOS AÑOS MARAVILLOSOS
El amor se rompe en escaparates, en el sitio oficial de parejas en busca de distracciones de moda, sin que nadie se confiese culpable o quiera estar al corriente del dolor o de Winie Couper sollozando en el parque Harper, pelo negro suelto en el vacío, ante el estupor de Kevin y el nerviosismo de su ceja inquisitiva. Como de costumbre sólo se trata de la lluvia en los suburbios sobre el césped y los aspersores. Mañana soltarán a los mástines frente al instituto Kennedi y estarán a punto de matar a los niños. Kevin Arnold con un soundtrack de Joe Coker, la infancia, el primer amor bucólico, familia, hermanos, padres y su redentora disposición. Aspersores inminentes en el verde césped de los suburbios, destellantes tejados, Dodge del tamaño de un submarino, estacionados en las casas monocromáticas. Kevin Arnodl & Winni Cooper corazones tauados en las cortezas de las secuollas; Vietnam, el hermano perdido, la herejía del primer beso, la belleza es una niña jugando al Criquet de senos núbiles. Y la naturaleza alberga dos niños corriendo de la mano, vadeando un río, internándose en el bosque, escondiendo el secreto eternamente. En los días azules se extravían pulseras, y los únicos bienes que posees es beber el agua clara y apoyar a la niña herida, cubrirla con tu chaqueta de los Yanquis. La vida empieza donde la hayas por primera vez, en la mano de la hija de los Couper, “existe alguién que haya encontrado la vida mientras la vívia” “oh tierra eres tan maravillosa que nadie te entiende.” En una parte de la vida sólo aprenderás a reír y un nombre te acompañará para siempre.
*******
Extraños que lloran a muertos extraños
y acunan muñecas de trapo
que visten sucios calcetines
Y fuman en su vorágine de vacío
y encuentran tardos su mirada perdida
y derraman gotas de orina en silencio
como pesadas perlas
extraños como el pensamiento de la mariposa
que da cabida a la cera que cae de los ojos
que cambian el sueño
aferrados a recordar emiten susurros palabras no dichas
y vuelcan pasos en la sombra
y las palabras y las lágrimas son suciedad de hombre
El vendaje de luz en la tarde que como un muro se descascara
en la aún deficiente belleza de la ausencia
y la sal cae en el patio baldío
y en las piedras de las que nadie regresa
domingo, 21 de junio de 2015
Entrevista a J. M.Revista "Oracular"
E.¿Qué has aprendido de la poesía, si eso es posible... ?
JM. He aprendido a ofrecerle matrimonio a una mujer en el momento exacto en que me abandona.
Y a ofrecerle el culo a mis amigos cuándo me dan largas y esquinazos.
E.¿Eso es lo que aprendiste en los libros de poesía?
Sobre todo esto, el resto es pura ordinariez.
E.¿Catorce años en España. Qué recuerdas del Perú?
JM, Apenas acababa de abandonar la cuna cuándo ya todo un mundo se había ido. Nacía en lo que quedaba de Perú, que era muy poco. Pero hicimos algunas hogueras, rompimos algunos cristales de la policía, amamos también...
E.¿Tus amigos y tú? Claro.
JM. Sí, claro, mis amigos y yo, “los chicos del baile de los que sobran”, como la canción de los Prisioneros.
E.¿Después de catorce años en España, qué puedes decir?
JM. Que es posible que mis hijos también nazcan en un mundo que ya no exista. No he logrado encajar en España, específicamente en Madrid. Hay algo que no cuadra, no soy muy alto, pero estoy en la media, en una media de petizos cada vez más incipiente. La verdad es que después de catorce años, Madrid me sigue pareciendo igual de desconcertante que el primer día.
E.¿Desconcertante...?
JM.Qué mi mejor amigo tenga sesenta años, no sé... A lo mejor es un cuento de Hadas que no puedo asimilar.
E.¿Ahora sale la primera publicación en Trasiego de tu obra. Qué puedes esperar?
JM. Me encanta que a un Senegalés le haya gustado mi poesía y quiera publicármela. Que por cierto habla muy mal español pero lo escribe de maravilla, el Viejo Greg. Me debe tanto dinero que si no hace una buena edición de mi libro, lo mato. Siempre está con ideas nuevas, que si en la portada tengo que salir un poco más blanco, porque él dice que yo soy de un blanco orín, y que debería ser de un blanco ministerial. Debes adoptar el acento Madrileño, ya no vives en tu sabana con tus rinocerontes. Él cree que en el Perú hay rinocerontes y Sabanas. Yo lo estoy intentado pero me siento bastante idiota cuando me pongo a cecear como uno de esos guiris cuando hablan español.
El viejo Greg es un poco el hecho de la multiculturalidad en Madrid. ¿No?
Lo es, él es un letrado de la jungla y habla cuatro idiomas. Recita a Hölderlin en Senegalés es espectacular. Hay ciertos Barrios de Madrid donde esa policromía cultural se da. Quizás la crisis le ha quitado cierto lustro, cierto brillo a la inmigración. Pero todavía puedes pasear por esos barrios donde esa fauna diversa te encandila con su empatía. Pero es que yo vivo en una especie de “pueblo garaje” a una hora de Madrid y claro he estado un poco desconectado de todo eso.
E.¿Crees que en la poesía ya todo está escrito?
JM.Que digas que en la poesía ya todo está escrito equivale a decir que el hombre ya no es el hombre. Y ahora que pienso en esto que digo, realmente no sé si estoy de acuerdo...
E.¿Por qué..?
JM.También podría ser: el hombre y la nada, y en la poesía todo destello es del pasado...
E.¿Qué piensas del porvenir de la poesía y todo esto?
JM. El porvenir no es más que mirar hacia atrás.
E.¿Eso es un poco pesimista?
JM. Hay algo de noble en el escepticismo y el pesimismo. Un chico que se gasta toda la tarjeta de crédito en una noche y mata sus depresiones en océanos de alcohol, y que se despierta al lado de su suegra totalmente desnuda después de una noche de borrachera, e insiste en deambular dando tumbos todos los días, sorteando los desfiladeros. Es vital, está luchando por su vida.
E.¿El pesimismo es igual de tóxico que el alcohol?
JM.Sí por supuesto, todo pesimista es un mártir y un suicida.
E.¿Qué esperas del libro?
JM. Más allá de las mofas y las vejaciones y la misericordia que se agradece, que lo lea un chico de provincias, como decía Tellier, o un presidiario...
Madrid Café pinar sábado 6 de junio 2015 por la noche.
......
LARA SE VA
Vestimos con zapatillas Nike y tenemos coca cola
Estamos en camino hacia la gruta
Desde donde es posible ver a los niños
En el campo y llamarlos fascistas y monstruos
La gruta siempre está helada
Pero no importa tenemos sexo
Y no me hablas porque estos días te ha causado terror advertir tu condición imaginaria
Que seas en esencia un trozo de tela
Y un poco de pintura
Y un puñado de palabras prescindibles
Fumamos haschishs y encontramos rendición en el haschishch
Ves las piedras descifrando su disfraz
Arde en la cavidad de tus manos mi corazón
Te empeñas en aturdirte con el cielo
Y en tu rostro encuentro otra vez el fulgor
Abro una lata de coca cola
Hace frío lo suficiente para gritar
Pero tenemos sexo otra vez
Y veo como tus zapatillas se arrastran en el suelo entre la luz y la sombra
Ser imaginarios ha sido incluso más demoledor
Que saber que te vas
Y que estas tardes me arrastrarán hasta que enferme
¿O no animal imaginario?
Que estrellas tu pelo en mi rostro
Y puedes mudar de un papel a un color
A un puñado de palabras prescindibles
En la gruta donde la luz nos impide continuar o seguir
Y los niños son fascistas y el amor una costra
Que anuncia tardes demoledoras
Pero el fulgor
Aparece otra vez con el filo de ásperos cuchillos
Y niños escapando
En el campo
El fulgor cae como las gotas en las grutas
Tal vez sea sólo esto creer que las estrellas brillen
Para que brillen y nos inunden
En cualquier lugar se necesitará encender el fuego y luego creer
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Mis sueños eran todo eso orina de perros
Y ya están escritos en las piedras
Hemos visto las semillas de los collares estallar dispersarse
Y ahora es suficiente con que regresen los vuelos de las torcazas
a los tejados pálidos de julio
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Hay salsa que no se baila
Se escucha
Y se persigue
Su luz destellante crucificada en salones de baile
Frankí Ruiz te quema las pupilas se acerca tanto a ti cuando canta
Tú esperas que las miserias de nuestra situación den un vuelco
Coincide tener 20 años en un país de extranjeros con la misma ambigüedad
De ser nosotros o ninguno de nosotros el que salve las deudas
La hipoteca o sostener todos tus dientes de hechicera que burlan condenas
En el vuelo de las aves migratorias
Qué hacer para que éste y el siguiente mes ardan
Pero por eso Franki Ruiz la salsa para anidar larvas u ojos que supuran Demasiado sol
La salsa de Franki Ruiz a donde concurrimos con melancolía
En el local de los chicos colombianos que están de fiesta
Dejas un cigarrillo en vertical en la mesa y tiempo al tiempo
Unas uñas afiladas en mis manos
Estuvimos solos en una madrugada como está realmente umbría
Tísica como Laydy oscar atravesaste los boques
Aquí quedaran los cipreses sin hojas y las estaciones
La gran anécdota es nuestra unión de faquires y hechiceras
El amor y su mansedumbre
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En las noches unos conejos
Arañan mi ventana
y me despiertan
Son hermosos son como la masturbación
Rasguñan los cristales
Y me llaman
Me dicen que salga a la calle
Son veloces haciendo el amor entre ellos
Traen tequila
Desgajan papel aluminio con hierba y cocaína
y sus genitales cuelgan como si fueran gusanos
Cantan canciones Scauot si no les abro
Dicen que saben donde está
Dicen su nombre
Y lo dicen tanto que no puedo calmarme
Y abro la ventana y me extravió en la oscuridad
Dejan un rastro de luz
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